dimecres, 31 de maig del 2017

Estación internacional de Canfranc

Inaugurada en 1928, la Estación Internacional fue el complejo ferroviario más importante de los construidos en nuestro país en el primer tercio del siglo XX, y el segundo de Europa tras la estación alemana de Leipzig.

Desde antiguo - tal vez desde época romana - hasta la actualidad, las comunicaciones interfronterizas han marcado el origen y la evolución histórica del valle: el Somport - también llamados en tiempos el puerto de Canfranc - es el paso fronterizo menos abrupto y más transitado de todo el Pirineo central.


La construcción de este monumental edificio, que se prolongó durante 75 años, se enmarca dentro del proyecto de creación de un paso fronterizo a través de los Pirineos que comunicase España y Francia a través del túnel del Somport (octubre de 1912).

Las compañías Midi Francés y Norte de España presentaron el proyecto de la estación internacional entre 1909-1910. Aunque inicialmente se barajaron otras ubicaciones (en concreto en Villanúa), finalmente se optó por la alternativa defendida por el ingeniero Joaquín Bellido, que proponía la explanación del valle de los Arañones (junto al túnel de Somport), para levantar el edificio, la playa de vías y los almacenes. 



Inaugurada en 1928, la Estación Internacional fue el complejo ferroviario más importante de los construidos en nuestro país en el primer tercio del siglo XX, y el segundo de Europa tras la estación alemana de Leipzig.

Historia

El edificio fue diseñado por el ingeniero Fernando Ramírez de Dampierre y sus obras comenzaron en 1921 tras aprobarse el proyecto. En este tiempo se introdujeron numerosas modificaciones sobre el proyecto original que no afectaron al aspecto externo del edificio pero sí a su estructura y a algunos elementos de la construcción.

El edificio fue diseñado por el ingeniero Fernando Ramírez de Dampierre y sus obras comenzaron en 1921 tras aprobarse el proyecto. En este tiempo se introdujeron numerosas modificaciones sobre el proyecto original que no afectaron al aspecto externo del edificio pero sí a su estructura y a algunos elementos de la construcción.

La muerte de Ramírez de Dampierre mientras se construía la estación fue un contratiempo solventado rápidamente con la contratación del también ingeniero Ramón Martínez de Velasco, quien se encargó de liquidar la obra. Antes de ese trámite, en diciembre de 1924, se aprobó el proyecto reformado que ascendía a más de 3 millones de pesetas, casi medio millón más de lo presupuestado inicialmente. El 3 de agosto de 1925 fue entregada oficialmente al Estado la obra de la Estación Internacional de Canfranc.

Finalmente, el 18 de julio se inaugura oficialmente la Estación Internacional con la presencia de Alfonso XIII y el presidente de la República francesa, Gaston Doumergue, entre otras personalidades.

Su momento de mayor actividad se concentra en los años 40 del pasado siglo, coincidiendo con la Segunda Guerra Mundial, cuando es utilizado como paso prioritario por los protagonistas del conflicto bélico dentro de sus estrategias de expansión y resistencia. Después de varias décadas de irregular actividad, el tráfico ferroviario internacional se suspendió en abril de 1970 después de la rotura del puente de L’Estanguet en el lado francés. Aunque el tren sigue llegando cada día hasta Canfranc, en la actualidad el edificio ha sido parcialmente rehabilitado para otros usos y modificados algunos de sus elementos originales.

Finalmente, el 18 de julio se inaugura oficialmente la Estación Internacional con la presencia de Alfonso XIII y el presidente de la República francesa, Gaston Doumergue


Inauguración de la línea internacional de Canfranc

El edificio

Desde el punto de vista arquitectónico, la Estación de Canfranc consta de un edificio principal (241 metros de longitud, una anchura de 12 metros y medio, 75 puertas por cada lado y tantas ventanas como días tiene un año, 365), varios muelles para trasbordo de mercancías, y el depósito de máquinas. En su construcción se utilizaron diferentes materiales como el cristal, el hormigón armado y el hierro, habituales en la arquitectura industrial de la época. El edificio está formado por siete piezas totalmente independientes que se conforman a partir del edificio central de viajeros que, con su llamativa cúpula, marca el eje del conjunto.

En la planta baja se ubicaron las dependencias de mayor categoría: el vestíbulo, situado bajo la cúpula central, estaba decorado con pilastras adosadas, capiteles y molduras de escayola. Allí se situaban las taquillas y las ventanillas de información para los viajeros. En la planta baja se localizaban también el restaurante del Hotel Internacional, las oficinas de las compañías de ferrocarriles del Norte y del Midi, los servicios aduaneros y las dependencias auxiliares como telégrafos, correos y servicios médicos.
Subiendo por una gran escalera de madera se accedía a las habitaciones del Hotel Internacional, las dependencias administrativas de las dos compañías explotadoras y treinta viviendas para el alojamiento de los empleados de la estación.

Poco tiempo hizo falta para comprobar que aquel inmenso edificio tenía en su desproporción su principal complejo de viabilidad. El ingeniero Ramón Martínez de Velasco, encargado de acabar el proyecto iniciado por Ramírez de Dampierre, dejó escrito en su memoria de liquidación de la obra que “entre las obras públicas se presenta rara vez el caso de construir un edificio monumental, dando a esta palabra sus dos sentidos de tamaño y belleza, y no es extraño que el proyecto del señor Dampierre adoleciera de algunos defectos ocasionados por aquella circunstancia...”

Textos y fotos:
“Canfranc. El mito”. Ed. Pirineum
 “Guía monumental de la Jacetania y Valle de Aspe”. Ed. Comarca de La Jacetania.

Desde el punto de vista arquitectónico, la Estación de Canfranc consta de un edificio principal (241 metros de longitud, una anchura de 12 metros y medio, 75 puertas por cada lado y tantas ventanas como días tiene un año, 365), varios muelles para trasbordo de mercancías, y el depósito de máquinas.
En la planta baja se ubicaron las dependencias de mayor categoría: el vestíbulo, situado bajo la cúpula central, estaba decorado con pilastras adosadas, capiteles y molduras de escayola. Allí se situaban las taquillas y las ventanillas de información para los viajeros.

La Recreación

Canfranc acoge, en el aniversario de la inauguración, las Jornadas de recreación histórica. En su segunda edición, en 2014, más de 4.000 personas asistieron a unos actos que daban comienzo con la llegada del tren histórico Canfranc 1928 que había partido desde Jaca, y en los que participaron quinientas personas vestidas de época.

Canfranc acoge, en el aniversario de la inauguración, las Jornadas de recreación histórica.

Visitas guiadas

En 2013 se iniciaron las visitas guiadas a la Estación internacional. Gestionadas por la Oficina de Turismo de Canfranc, tienen una duración de 45 min. y aforo limitado. Se visita el paso subterráneo y vestíbulo y es imprescindible reservar previamente. Más info

En 2013 se iniciaron las visitas guiadas a la Estación internacional. Gestionadas por la Oficina de Turismo de Canfranc, tienen una duración de 45 min. y aforo limitado. Se visita el paso subterráneo y vestíbulo y es imprescindible reservar previamente. Más info

Espectáculo de luz y sonido

Desde septiembre de 2015, todos los viernes, sábados y domingos cuando anochece, se puede disfrutar de un especial espectáculo de luz y sonido en la Estación. No hace falta reservar, es exterior y gratuito. Más info

Espectáculo de luz y sonido en la Estación de Canfranc

La Estación en el siglo XXI

La Estación Internacional de Canfranc fue declarada, por el Gobierno de Aragón, Bien de Interés Cultural, en la categoría de Monumento, el 6 de marzo de 2002. Propiedad del Gobierno de Aragón desde enero de 2013, cuando el Ministerio de Fomento y el Gobierno de Aragón formalizaron su adquisición por 310.000 euros, la Estación de Canfranc está siendo rehabilitada durante los últimos años.
La Estación Internacional de Canfranc fue declarada, por el Gobierno de Aragón, Bien de Interés Cultural, en la categoría de Monumento, el 6 de marzo de 2002. Propiedad del Gobierno de Aragón desde enero de 2013, cuando el Ministerio de Fomento y el Gobierno de Aragón formalizaron su adquisición por 310.000 euros, la Estación de Canfranc está siendo rehabilitada durante los últimos años.

Algunos trabajos realizados

En septiembre de 2005 la Comisión Provincial de Patrimonio Cultural aprueba el proyecto de rehabilitación de la Estación de Canfranc. Durante 2005 y 2006 se llevó a cabo la primera fase de rehabilitación con labores de limpieza, desescombro y saneamiento del inmueble. Se realizan además demoliciones interiores y se colocó un andamio perimetral. La segunda fase de rehabilitación (2006 a 2009) comprendió la recuperación de la estructura y la cubierta del edificio, la restauración de la fachada y las molduras decorativas así como la habilitación de la zona inferior y el hall de la estación.

Durante 2005 y 2006 se llevó a cabo la primera fase de rehabilitación con labores de limpieza, desescombro y saneamiento del inmueble.

En 2009 se lleva a cabo la tercera fase de rehabilitación: demolición de andenes y “hall” central, nuevas columnas en marquesinas de la estación y ejecución de galerías de servicio y de instalaciones entre otras obras. Según publica en su página de patrimonio cultural, el Gobierno de Aragón ha invertido hasta la fecha 10 millones de euros en la estación de Canfranc y otros 14 millones correspondientes a la futura ejecución de la tercera fase.

Finalmente, en 2014, la empresa pública Suelo y Vivienda de Aragón (SVA) y la Escuela Superior de Conservación y Restauración de Bienes Culturales de Aragón acuerdan la recuperación del lienzo norte del vestíbulo de la Estación.

Información sobre los trabajos, extraída de la web www.patrimonioculturaldearagon.es

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